Ronald R. Rodríguez Barrios / ECS

Anaco.- Cinco días y media mañana perdió Francys Guevara en las colas frente a las estaciones de servicio del municipio Anaco, sólo así logró ponerle fin a la desesperación que le causó durante ese lapso el problema que se suscitó con el abastecimiento de gasolina en la población del centro del estado Anzoátegui.

Decenas de choferes de todo tipo de vehículos también se fueron, después de varias jornadas de paciente y angustiosa espera, con un poco de combustible en los tanques de sus coches.

Taxistas, motorizados y propietarios de carros particulares fueron despachados con cantidades del liquido suficientes, lo que les permitirá pasar algunos días con tranquilidad. Eso sí, los conductores se han concientizado en racionalizar el uso de los medios de transporte.

Guevara pudo reincorporarse, en parte, a las labores cotidianas con un poco de normalidad, si es que este término define las dificultosas circunstancias que están obligados a superar los anaquenses de manera diaria.

La mujer de 28 años de edad estaba a punto de entrar en “pánico” porque apenas le quedaba gasolina para llevar a su niño al colegio, asistir al lugar donde labora y para hacer el resto de tareas importantes.

“En Anaco hay que salir a diario a comprar los alimentos, y eso implica recorrer varios locales en busca de artículos con precios accesibles” dijo la secretaria de lo que un día fue una oficina contable.

El cuento de Ricardo Bracamonte es el mismo. Horas y horas en diversas filas de vehículos y rodar por todas las “bombas” para surtir al medio de transporte con algo de combustible y no quedarse “varado”.

“Hay que tener mucho cuidado con el tema del abastecimiento (del derivado del petróleo) porque afecta el normal desenvolvimiento de las ciudades, como lo es llevar a los niños a las escuelas, trasladarse hasta las oficinas y, después, retornar a los hogares” advirtió el hombre que, al igual que Francys, luego de proveerse.

Los declarantes pidieron a las autoridades que la falla de abastecimiento de combustible sea corregida de una vez, y para siempre, ya que este mismo problema se suscitó hace un par de meses. “Parece que el gobierno resuelve las cosas a medias, un poco para calmar los ánimos de las personas moletas” apuntó Bracamonte que califica el drama venezolano de “eterno déjá vú, porque todas las fallas son recurrentes”.