“Oposiciones” al Presidente Nicolás Maduro tienen que ir a un diálogo interno

Ronald R. Rodríguez Barrios / ECS

Anaco.- Cuando el Ministro de Comunicación e Información del gobierno que preside Nicolás Maduro, el psiquiatra Jorge Rodríguez, se refiere al conglomerado de partidos y lideres (¿?) que pugnan para llegar al poder utiliza el término de “oposiciones”.
La expresión plural da a entender de manera clara que no existe ningún tipo de unidad en la sociedad política que gravita en torno a la idea de hacer cesar de sus labores ejecutivas a Nicolás Maduro, siendo esté propósito, quizás, el único que tienen en común los enemigos declarados de la Revolución que en su momento lideró el fallecido Presidente Hugo Chávez.
En ese mismo sentido han vertido declaraciones algunos voceros del gabinete de Donald Trump, presidente de los Estados Unidos de América, quien en su momento manifestaron que lo más difícil de la lucha contra el régimen socialista venezolano ha sido poner y mantener unidos a los dirigentes políticos opositores. En todo lo demás difieren con gravedad.
La coincidencia no es casual. Cada venezolano sabe que la idea que cada factor opositor tiene una idea particular de cómo y cuándo tiene que salir Maduro de Miraflores. En nada se parecen las posturas de Leopoldo López, María Corina Machado, Eduardo Fernández, Henry Ramos Allup, Henrique Capriles Radonski, Manuel Rosales, Felipe Mujica, Henry Falcón, Claudio Fermín entre otros.
Ante tal reflexión parece improbable que de llegarse a un acuerdo entre los representantes de Maduro y el actual líder de la oposición y presidente de la Asamblea Nacional, diputado Juan Guaidó, cuenta con el respaldo de la amplia gama de partidos y dirigentes políticos.
La división de la oposición no es exclusiva del ámbito nacional. El fraccionamiento se profundiza en los estados y en los municipios. Como ocurre en el estado Anzoátegui y en el municipio Anaco, donde la mayoría de las organizaciones políticas, sociales, gremiales, comunitarias y varios líderes rechazan los gobiernos de Antonio Barreto Sira, desde la gobernación, y de Luis Guevara Marrón en la alcaldía.

Debates
Las ansias de poder, el egocentrismo y el sectarismo de ambos mandatarios son tan grandes como la incompetencia para resolver los problemas del pueblo, por lo que quedan pocos que quieran salir en la foto con los rayados.
Urge entonces que “las oposiciones” antes de acordar tratado alguno con el Gobierno Nacional tengan primero que sentarse a hablar entre ellos. Sería después que se produzca el amplio debate, que prevemos será muy largo, es que podrán aceptar el envite de Maduro de ir a una negociación.
La unidad no ha funcionado, no es, ni logrará serlo nunca un decreto, un chantaje ni un estado comatoso en el que no se ve, no se oye, no se siente y no se reacciona. Se llega a ese estado de crítica permanente desde la comprensión de la diversidad, la tolerancia, el respeto, la democracia y la libertad como fortaleza. Eso o el abismo. El pueblo observa, juzga y sentencia. Mosca con eso.