Alcalde Guevara Marrón propicia crisis políticas entre partidos que respaldaron su elección en Anaco

Ronald R. Rodríguez Barrios / ECS

Anaco.- Mucho tendrán que pensarlo, y bien meditado, las organizaciones y líderes políticos municipales a la hora de brindar su respaldo al equipo que comanda el alcalde Luis Guevara Marrón en Anaco, porque las experiencias vividas por el Movimiento Al Socialismo (MAS) y al Comité de Organización Político Electoral Independiente (COPEI) no han sido positivas.
Las relaciones entre el burgomaestre de la ciudad localizada en el centro del estado Anzoátegui y este par de partidos políticos presentan un serio deterioro. Aún cuando el resultado es muy parecido, las circunstancias que rodean el divorcio son bastante disimiles.
La gente del partido naranja fue la primera en reaccionar. La Junta Directiva Municipal estuvo conformada por personas ajenas no solo al MAS sino que ni siquiera comulgaban con la ideología y la historia de la institución, a la que irrespetaron al servirse de ella para consolidar los intereses de Guevara Marrón y el grupúsculo que le acompaña.
La voz de la militancia masista comenzó a elevarse hasta llegar a niveles de estruendos en reclamo por la mala gestión municipal y el indigno trato que recibieron de parte de la secta en el poder local. La dirección regional del MAS obedeció a sus seguidores, quienes le pedían salir cuanto antes de un gobierno que no ha resuelto ningún problema en los dos años que tiene dirigiendo los recursos económicos de los anaquenses.
Una vez que Guevara Marrón perdió el apoyo y la confianza del masista de Anaco, el partido se puso manos a la obra para conformar una nueva junta directiva. El proceso avanza sin contratiempos, por ahora.

Blanquiverdes
En Copei esperaron un poco más. Pero la paciencia de la militancia verde llegó a su límite hace poco tiempo, y presionaron para que la Junta Directiva Municipal dejara que Guevara Marrón gobernara tal y como lo proclama siempre que puede “con los adecos y para los adecos”.
Luego de la ruptura aparecieron las maniobras propias de la politiquería de siempre. Hubo llamadas, ofertas, en fin una negociación que busca desplazar a Luis Pizani y a Dennys Hernández de la Presidencia y de la Secretaría General Municipal, para colocar a proadecos al frente de Copei Anaco. La conspiración aún está en marcha.
Entre los socialcristianos la pugna sigue vigente. Las artes del regidor han surtido algún efecto en la Cámara Municipal, en la Junta Municipal y en algunas autoridades de más alto nivel. Donde no ha tenido eco es en las bases copeyanas que observan con desprecio este tipo de “encantamientos repentinos”.
Algo positivo ha de quedar de todo esto. Lo primero es que los dos casos revelan cuál es el trato que Guevara Marrón tiene para con sus aliados. O cómo dice el refrán: mal paga el diablo a quien bien le sirve.
Luego, la sociedad misma comienza a observar el irrespeto, la falta de seriedad política, la incredulidad de una casta política que ve a los aliados como tontos útiles y desechables. Sin dejar de lado que evidencia un comportamiento antidemocrático, atentatorio de la liberta de expresión y opinión, sectario e inmoral.